Hoy escribo al recordarte
y me ahoga este silencio
es difícil superar tu ausencia
sé que no podré olvidarte.
Tu voz martilla mi mente
diciéndome, Oma, como siempre
acepto que Dios, es tu guardián
pero aún estás muy presente.
Me siento como a la deriva
naufragando en medio del mar
porque me falta esa mano tuya
que acompañaba tan compasiva.
Cierro los ojos y te veo cercana
mirándome de manera cálida
con ese cariño que mutuamente
nos profesamos cada mañana.
Tantos detalles que compartimos
hacen que no pueda soltarte
más allá de una rutina cotidiana
especial relación que construimos.
Fuiste una persona incondicional
eso te hace ahora inolvidable
disfruta hija de tu vida eterna
tan merecida de forma excepcional.
***Omaris Redman***
Octubre 16, 2022