Andrés Africano

Sin tiempo.

Veo apurado al mundo, veo todo con afán

no hay quietud, todo es productividad.

No hay tiempo, todo debe hacerse hoy

si no trabajo, perdiendo el tiempo estoy

si no estudio, piensan que nada seré

y mientras más vivo mi vida, el tiempo yo perderé.

Es lo que piensan, tienen relojes y no tienen tiempo,

el tiempo solo les alcanza para producir lo del alimento

su vida se esfuma como el humo que lleva el viento.

Piensan más en sus trabajos, que en sí mismos

triste resulta analizar las rutinas, alienados todos!!!

en producir, producir más nunca en sí invertir

a buena hora el tiempo que se agota y que de algún modo

no logramos percibir sino cuando ya las piernas y la espalda

el peso del tiempo empieza a sentir, doblegando

la fortaleza, reduciendo los años a días, las horas

a segundos, tienen reloj, pero ya no tienen tiempo

y acude entonces el remordimiento de no haber invertido

en el pensamiento un segundo, un minuto, una hora

un tiempo para sí; irónico es que ahora con la voluntad

de sembrar el pensamiento, no queda ni un segundo de tiempo,

ya no hay tiempo, ni tampoco pensamiento.

Se les fue la vida, y a mí que objeto fui de su resentimiento

por haber vivido mi vida sin monotonía ni aburrimiento, no

se me fue la vida, pero si se me fue el tiempo.