Luis C Parreño

A sí se siente el amor

Nunca había estado en este lugar,

Hasta hace un tiempo;

Me han de dar una misión,

Pues fue cuidar tu corazón.

 

Vengo desde un sitio lejano,

Donde no existe el dolor,

El amor es igual para todos,

No existe traición.

 

Te vi por primera vez,

Pues en tu cama yacías,

Entonces se albergo en mi cuerpo,

Algo que hace tiempo no sentía.

 

Me atreví ha acercarme a tu cama,

Con un poco de temor,

Algo totalmente inexplicable;

Rodillas temblorosas,

Parecían que iban a salirse de lugar,

Algo que llaman sudor brotaba de mi cuerpo,

En una noche calida para algunos,

Para mí parecía las mas helado que había sentido.

 

Algo en mi pecho latía,

Como el tictac de un reloj despertador a media noche,

El flujo de mi sangre,

Corriendo como nunca había sentido.

 

Mi cuerpo parecía un cableado eléctrico de poca resistencia,

Y mi sangre la energía que fluía con mas ponencia aun,

Que la que el cable podría resistir.

 

¡¡¡¡Dios mío me estaba que mando!!!!

Que sensación era esta jamás explicada,

Ni lo más grandes descubridores sabrían la respuesta,

De dicha sensación.

 

Todo paso tan rápido,

Que no sé ni como continuar,

Solo me recosté en su cama,

Cuidando que nada fuera a pasar.

 

Allí me que de dormido,

El alba en su cama me encontró,

No aguantó la derrota,

Y al ser supremo le contó.

El supremo me ha comprendió,

Pues esa fue su intención,

Luego me escribió en las nueves,

A si se siente el amor.

 

Luis Parreño