Heladas risas dulces engaños ( Octavas decasílabas asonantes)
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Interrogantes, de negro y rosa,
viven y sufren dentro mí,
toda sospecha llega traidora
y deja dudas por descubrir;
mas lo peor es este invierno
que el corazón soporta apenas .
Tengo su amor, tengo sus sueños
y una clepsidra con horas secas.
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Vivo los días, vivo sus trozos
con polvareda de antes de ayer,
llena mi boca de arena y polvo
y esto me impide calmar la sed.
Interrogantes sin duda alguna
hurgando hurgando, con disimulo,
suman y restan restan y suman
y dejan siempre un dolor agudo.
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Cutis insomne, por malos tragos,
se disimulan abierto el día;
heladas risas, dulces engaños,
para mis ojos y mis mejillas;
mientras, el tiempo, sigue su ritmo
y todo puede quedar en nada,
hay un silencio que llora erguido
y me entristece , porque no para.
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Clepsidra: Reloj de agua.
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Fotografía y poema Ramón Bonachí.