—Pedacito de cielo—
Tú, imagen de luz y esperanza
En mis últimas horas todavía te veo
Eres la prueba de que exista un cielo
Puedo sentir tus delicadas manos acariciando mi piel quemada
¿Acaso es un sueño?
Hay tantas y mejores que Yo
pero a pesar de todo, con toda libertad me elijes tú.
En este mundo lo que es prohibido y lo que no, me enseñaste ambos lados con un cariño desgarrador
No comprendo, los últimos días, estos últimos meses
Tuviste más de una oportunidad para irte...
Aún a un paso del sueño eterno eliges quedarte aquí para hacerme soñar contigo...
Mi corazón no soporta tanto cariño
Pero mi cuerpo lo suplica todo el tiempo
Tiemblo al verte y no creer que por más dolor, aún estés.
Cruzas tus brazos con mi cuerpo dando el abrazo más delicado, tus labios rozan con los míos besando y saboreando la flor marchita que soy.
Tus ojos no dan un solo parpadeo forzado, me miras como a la más hermosa que existe ¿Cómo le ves belleza a algo tan desgastado?
Mi rostro es solo carne quemada, mis ojos pierden el color a cada segundo que pasa
Me cuidas sin protestar, sin pensar, sin sentir asco por mi estado.
Tengo miedo, la vida se oscurece y a pesar de todo te puedo ver siempre
¿imaginación? ¿alucinación?
Ni la más fuerte medicina me hizo sentir mejor...
Aquí es donde la muerte deambula, pasillos blancos y vacíos con aromas tan limpios y sombríos
Dónde poco a poco todos desaparecen y los latidos del corazón desvanecen.
Me conociste desde antes del accidente, me conoces de adentro a fuera
Aún sin ser tu obligación
Te ofreces ser tú, solamente tú quién me cuide, y tu compañía está presente más allá de una simple visita.
No mantienes vivas falsas esperanzas, no hay mentiras ni un optimismo vacío
Contigo todo es real y genuino.
—Amor a nuestra soledad—
Mi respiración es lenta y calmada cuando escucho tu voz tan serena que me hace sentir amada.
Cuando mis manos se estremecen las tomas y llevas a tu pecho, sentir tu corazón es lo más bello.
Tus caricias se hacen más y más cálidas
Tus besos recorren mi cuerpo
El tiempo se hace más y más lento
Tus palabras son una llama interior
Una que me quema y quema hasta encender el corazón.
Ese ardor duele, ver como el tiempo se quema, duele
Ver cómo los recuerdos serán lo único mío que tendrás, duele
Me quema el interior saber que después de hoy, después de ayer, después de mañana no importará más...
Irte es fácil, regresar y volver es como salir y entrar, lo haces pero siempre te quieres quedar.
Tu compañía sutura las heridas que por dentro nadie puede sanar, y aún con manchas de sangre tus besos no dudas en dar.
Soy lo más delicado y no es a voluntad, pero con dudas o sin dudas en mis sueños los caprichos de mi corazón cumples y más.
Llenas en mí lo que ni yo puedo llenar, para todos no soy más que una simple y delicada niña que en cualquier momento desaparecerá... para tí soy la mujer que siempre deseé ser...
—Suturas mi Corazón—
En una floreciente mañana de primavera, en los veranos incesantes de mis pesadillas, en cualquier solitaria tarde en otoño, en todas las desoladas noches de invierno, siempre estás disponible para mí...
Tus dedos tocan mis mejillas, se deslizan suavemente hasta hacerme sentir cosquillas
Frente a frente tu mirada se hace más distante, frente a frente veo en tí mi verdadera vida...
Tus cristalinos ojos, en tí me encuentro reflejada y tus deseos se hacen los míos
Cuánto anhelo ser quien esté para tí el resto de tus días, tenernos en el presente sin separarnos ni olvidarnos...
Es solo al final cuando se puede disfrutar más, y en la vida lo que importa es poder compartir tu felicidad, no sacrificarla por la de alguien más...
¿Me apartarías un lugar en alguna otra vida?
¿Me vas a buscar en el eterno espacio que le sigue a la muerte?
¿Prometes hablarme en el mundo de los sueños?
Tus manos sostienen mis muñecas, con lágrimas cayendo en mi pecho prometes jamás despedirte, que sea posible o no a toda costa podremos ser uno en algún momento del infinito tiempo...