Freddy Kalvo

Preciosa luna de octubre

 

Preciosa luna de octubre

que brillas como la plata

te miro resplandeciente

llenándome de esperanzas.

Y miro tras la colina

sobre la tundra y montañas

que tus rayos las cobijan

como tierna y suave manta

que se extiende por los prados

y también por las cabañas.

 

Dime tú, luna de octubre,

¿Por qué el pajarito canta

cuando ve tus resplandores

al llegar la madrugada?

Dime tú, preciosa luna,

que inspiraste una sonata

¿Por qué luces tan hermosa,

como dama enamorada?

 

Junto a ti, vienen los vientos,

suaves, frescos que me calan

y mi piel van erizando

porque en ella siempre acampan

como acampan los recuerdos

de mi vida ya pasada

en invierno y primavera

al calor de una fogata.

¡Cómo inspiras, bella luna,

lo profundo de las almas!

Porque no soy el primero

que te escribe, que te canta,

porque toda tu hermosura

en las olas y la playa

se refleja como el oro

o zafiros de naranja.

 

¡Oh mi luna, luminosa,

y culpable en serenatas!

Con las cuerdas de violines,

con trompetas y guitarras,

en las manos de Mariachis

que bajo tu luz le cantan

al amor y la ternura

que desatan las muchachas.

Y hasta los enamorados,

que mirando a la ventana

esperando van ansiosos

que se asome su adorada.

 

Mi bella luna de octubre

que iluminas hoy mi cara

mi romance te revela

que hasta mi tristeza espantas

porque llega la alegría

cuando miro tu llegada

con tu luz resplandeciente

al dintel de mi ventana

donde se filtran los rayos

que iluminan hoy mi casa

y la oscuridad se esfuma

y me llena de esperanza

si del brillo amarillento

¡Son los ojos de mi amada!

 

¡Oh noches de plenilunio…!

No terminen, no se vayan,

que la vida mía siga

con su luz… ¡iluminada!