Vasca

Mi sostén en esta vida

En mi alma se hizo silencio,

llego el tren de su partida.

En un  responso pagano,

pedí buena travesía.

 

Sabiendo que no iba a verla,

nunca más en esta vida,

cerré los puños muy fuerte,

y me sentí agradecida.

 

Di gracias por sus consejos

por la luz de sus pupilas

porque nunca estaba  lejos

cuando su presencia urgía

 

Sé que tuve el privilegio

de tenerla en esta vida

¡Si hasta Dios quiso ser hombre,

porque madre no tenía!

 

Volverá su voz en sueños

y volverá la sonrisa

la infancia que quedó lejos

volverá como una brisa

 

Por ser sangre de su sangre,

yo me siento agradecida

por haber sido mi madre

mi sostén en esta vida.

 

Cruel resulta su partida,

nunca entiendo las razón

de lo corto de su vida

que sigue en mi corazón