Frena un poco, detente. ¿A donde vas con tanta prisa?. Párate a contemplar la belleza de la vida. Corres y corres tan a prisa y el tiempo no perdona ni avisa.
No vas a dejar botado al tiempo, pues el tiempo solo nos olvida. Con el son y el tizón en el compás del día, ya no ves atardeceres y en el tráfico de los haberes. La vida dice que no, que no es tu ritmo y que hay algo mal, pues corremos sin destino y sin camino, solo corremos para cumplir. Pero el destino nos espera en cada esquina.
Frena y vive aquí, vive el presente, respira el aire y mira el cielo. Frena y contempla a tus seres queridos, a tu madre y a tu padre, a tus hijos y a tus hermanos, a la esposa y al esposo, al abuelo y a la abuela que yacen solos. La belleza de lo simple es ignorada por tu velocidad. Quizás nacimos para ser sencillos, un poco animales , un poco más bestias.
Frena , porque quizás no estás obligado a vivir como un ser complejo, que lo cuenten las canas y las sillas de ruedas que ya no corren. Frena y respira. No hay hacia donde correr. Frena...