Tu destreza en poesía
es preciosa y sorprendente,
parece vas a la fuente
en la que Bécquer bebía.
Esa suave melodía
que tu pluma siempre imprime,
a tu verso tan sublime
del Parnaso trae esencia
porque tiene la cadencia
de violonchelo que gime.
La poesía en tu pluma
es un amor consagrado,
tal cual sol iluminado
donde no existe la bruma.
El alma siempre perfuma
pues su esencia es el pincel,
que da ese sabor a miel
con luz celestial y pura,
que con mágica ternura
llega a erizarte la piel.
De tus versos han salido
de la luna sus reflejos,
porque parecen espejos
del amor más encendido.
En ese amor desmedido
allí está la inspiración,
esa eterna bendición
que tantas letras ha escrito
que le da luz a ese mito
que niega que sea pasión.
Classman