argentino nadies

DIEGO MARADONA NO ERA DIOS.

No pretendo cambiar la opinión de nadie, sólo expresar la mía: Creo que Diego Maradona no fue un Dios, sino un semi Dios. La mitología griega viene en mi apoyo, revelando que se trata de un ser humano mortal, pero con atributos divinos.

Y esto cuaja perfectamente en Diego. Sabemos que sus padres fueron humanos: La Tota y el Diego. Pero en algún momento temprano de su infancia, un Dios piadoso pasó por Fiorito. Tal vez se conmovió de ver tanta pobreza, de tanta buena y laboriosa gente pasando penurias.  Y fue entonces que decidió darles un regalo. Una “gracia” divina que derramó al azar sobre un mortal, argentino claro. Porque Dios merodea esta tierra, ¿habrá sido el lugar del edén? Quizás en algún picado bajo la lluvia, un destello que confundieron con un rayo le tocó la pierna zurda. Y desde allí no paró de esquivar patadas y hacer goles…

Y debió convivir con ese dote de virtud exagerado que pocos mortales tienen. Una habilidad extraordinaria que lo elevó entre los demás mortales y llevó su fama al otro lado del mundo.

¡Pero que difícil ser un semi Dios! Porque un verdadero Dios, todo lo puede. Se puede quitar de encima cualquier problema. Es omnipotente. Pero Diego no lo era. El sufrió mucho por su condición. Poseer un don increíblemente virtuoso, pero al mismo tiempo la debilidad de un mortal. Y para colmo con tan pocos años de vida. Él era eso, un semi Dios. Que debió cargar con su condición humana, buscando permanentemente conocer el incierto límite de su capacidad.

En toda la mitología los semi Dioses la pasan mal. Toda su vida se trastorna. Porque adquieren un poder que excede a nuestra naturaleza, pero siente las mismas bajezas que otros mortales. Un dote extraordinario en los pies de un mortal tan sencillo como él. Nada fácil.