Abraham Emilio

Pasos ausentes

Amor mío, te fuiste. Dejaste tu pefume,
la soledad contiene toques de dopamina...
y esta basta agonía el tiempo se consume
como papel con fuego, todo se termina.
Amor mío aun doliente, llorosa te marchaste,
todavía lejana el amor no mataste.

 

Yo fui flojo, infantil, débil, torpe, inmaduro...
perpetuo soñador, mi inútil conformismo,
y tú eras entre todas aquel amor más puro
eras tan diferente, eras el amor mismo.
Amor mío, calcina esta ubicua distancia,
se añora tu cariño, esa ausente abundancia.

 

Los arenas del tiempo volarán ya en tu pelo,
extasiados serán tus impulsos lejanos,
y al contemplar llorosa o la tierra o el cielo
recordarás vivencias que se van de las manos.
Amor, atrás están los climas, los bosquejos;
la culpa y la locura de nuestros años viejos.

 

Amor mío, hecho trizas el corazón enferma,
y tú tal vez arrastres dentro un dolor igual;
el recuerdo intermitente la impaciencia es quien merma,
y el insomnio, la angustia... sin ti esto es abismal.
Ay amor, sin querer se fue mi corazón,
si eres feliz sin mí, sabia es tu decisión.