HERANGAR

AMOR, HAGAMOS DE CUENTA

Hagamos cuenta que soy tu amor,

Y que fui ladrón de tus pasos,

Caminante en tus abrazos,

Pernoctante de tu calor...

 

Que alcé las sombras de tus ramas,

Que desperté envuelto en los dinteles de tu cama,

Que fuí o quise ser detallista de cada palabra que te ama...

 

Pues, no me arrepiento,

O me arrepiento de no ser de ti,

Que el sol brillo la mitad del día,

Que la luna estiró la luz hasta el mediodía,

Que el mar pareció que entre su oleaje sonreía,

Pero terminaba la arena húmeda y muy fría...

 

Y si, te quiero,

Hasta gritarte Amor de mi vida, Amor...

Y si te quiero,

Hilo de oro, magnolia, a veces temor...

Más yo te amo,

Entre suturas al filo de un corazón delator...

 

Pero te acuerdas,

Nos robamos un beso,

Lindo, sutil, juvenil y travieso,

Despeiné el espacio hasta sentirme entre tus huesos,

Mi corazón estalló por ti después de eso...

 

Pues, a quien engaño,

Al futuro, ya no,

Al destino, pues lo intento,

A mí piel cuando me baño,

O a los retazos de un espacio de antaño...

 

Pues en ese avance a veces te lloro,

Porque el tiempo mostró que eres tesoro,

Lágrima de un ser que despoja el secreto que añoro,

Que la soledad te entreteje entre el jazmín, eres flor de oro...

 

Pues, Hagamos de cuenta,

Que el susurro alienta,

Que el viento suave te frecuenta,

Que eres mar, flor un día de fiesta,

Que somos tú y yo entre la luna Celestina que habla de este poema que argumenta...