Tu mirada seduce a mi pensamiento y el cielo que se expande desde los herbajes de tu cabellera hasta lo recóndito de tus caderas eriza a los díscolos pastizales de mi vientre.
Mis manos sobre el confort de tu sensualidad eminente enarbola los bríos de mi piel que envuelta de mi abrigo natural se entrega a tu calidez.
Beso con el sigilo de mis palpitaciones la voluptuosidad de tus sueños y con las alas de tus ojos sobrevuelas en arrobado trance sobre la interminable corteza de mis deseos.
Reposas tus melosas intenciones en mis labios y electrizas con sutileza el fervor de mi torso y las ramas de mis pasiones se afanan en darte alcance para tomarte por la espalda y adentrarnos en el vals de las mariposas con el que lograremos al fin remontarnos hacia las estrellas.
Me estremezco cuando me concedes el éxtasis de tu sonrisa que causa la convulsión de mis respiraciones derramadas sobre tu cuerpo.
El bálsamo arrebatador de tus entrañas riega la superficie de mis efusiones que embelesados mis labios responden a las incitaciones de tus apetencias desenfrenadas.