Haz Ámbar

Epifanía

Déjame empezar a narrarte... 

Déjame empezar. 

Todo empezó de un día cualquiera:

era un sábado invernal,

si mal no recuerdo en mi letargo.

Yo estaba en un bar cualquiera

tomándome una copa de algo rancio

bien perdido en mi desvarío

susurrándole a una estatua

hecha con mis miedos y pecados... 

Alcancé a ver algún brillo de esperanza

en sus ojos obnubilados

mientras dialogaba con su esencia

viendo los astros a través... 

Entonces supe con certeza

que algo sucede mientras duermes.