Casi sin pensarlo
le leí un poema…
Ella se ha quedado
muda, boquiabierta.
Muy lento respira…
seria, parpadea.
Y lanza de pronto
su fría respuesta...
“Es perder el tiempo,
por más que lo intenta
que no los entiende,
odia mis poemas.
Que son sólo historias,
y que no recuerda
lo que cuento en versos
que escribí por ella…”
Duelen sus palabras,
muy fuerte golpean.
Pondré por un tiempo
en pausa mis letras.
Aunque tengo dudas
si ha sido sincera...
Ella aún no sabe
que me he dado cuenta
de su suave aroma
preso en mi libreta.
Acaso le gustan…
tal vez estrategia
hacerse la ruda.
Quizá yo debiera...
decirle al oído
antes que se duerma,
mezclado con besos…
un dulce poema.