El sol, alumbra los pasos que damos, nos permite ver lo hermosa que, es la gran naturaleza, obra de la creación de Dios,
la luna, su apasionada luz tenue en medio de la oscuridad de la noche, nos permite reflexionar o ponernos románticos,
las estrellas, adornando el firmamento, cada una en su lugar, son un ramo de flores blancas en el cielo que, nos dicen, la noche es bella y encantadora,
el amanecer, el gallo y su canto, la brisa y frio tan pero tan mágicos y fraternos que nos dicen, ¡hoy sí puedes! y hoy tienes una nueva oportunidad para el cambio, o para hacer lo que no pudiste ayer,
y el anochecer con el ocaso y hasta luego, del astro rey, el sol alejándose por las montañas diciéndonos, tu día de trabajo terminó, anda a casa a descansar y abraza a tus hijos, tu esposa y tu familia y si estás solo, anda a tu habitación y busca a Dios, pídele paz y sosiego en tu vida y él te dará un mágico toque de felicidad, pues nunca te abandonará, el será tu mejor compañía en alegrías y en tribulaciones,
y como no hablar del día para trabajar o estudiar, la convivencia, tolerancia y respeto con la gente que nos rodea y con la que nos relacionamos en la clásica rutina, son horas de sol que, Dios nos da, para demostrar lo que sabemos y lo mejor que podemos hacer, por el bien y desarrollo del país,
¡Oh, y el aire que nos permite respirar y seguir viviendo!, ¡es de Dios y para todos!, sin excepción alguna.
Esa es la gracia, bondad, sabiduría y todo lo bueno que Dios comparte con todos nosotros y que muchos desprecian y desconocen...
Gracias Dios por todo eso que, es tuyo y creaste para todos nosotros, eso es todo, demasiado y suficiente para decir: ¡Dios existe y está conmigo!,
por lo pronto todo esto de lo bueno y grandioso de Dios, pero hay muchas cosas más que, Dios hace y puede hacer por nosotros, si creemos, en fe y devoción y si anhelamos cambiar, progresar y ser felices en paz y sosiego, con la luz bendita que Dios tiene para aquel que sigue su sendero.