Raiza N. Jiménez E.

Adagio.-

Ando adolorida de distancias, sin rumbo y de fracaso.

Hoy los malos recuerdos me abruman y los rechazo.

El recuerdo en soledad es maldición de los mendigos.

No pido nada e increpo todo desamparo y lo maldigo.

Todo mi ser yo lo diera, por olvidar que, esto es ocaso.

 ¡El corazón es brújula de razón y sentir, no lo niegues!

Soy libre como el viento y cuando la brisa se desata,

suelto la amarra del sufrir y el sentir que maltrata.

Es para mí una desdicha amar en retazos de tiempo.

No me visto de sumisión y no soy un pasatiempo.

Rudo es, callar el dolor por un sentir que no aquilata.

¡El amor cierto, jamás tendrá menguas deliberadas!

Dolor, angustia y tedio, mi alma soñadora soporta.

Injusto es un sentir que, para no ofender, se acalla.

Desdichas trae el amor, si ese amor no conforta

Mal consejo es: cuidar el amor que no  da la talla.

Es triste charada el amar, a quien nada le importas.

¡Si se ama con certeza sólo cabe sencillez y firmeza!

Al cielo le pedí tanto, que hoy, sólo le pido olvidarte.

Benditos los santos que me dan paz, en orden divino.

Cada día soy más feliz ya que, a ratos, logro borrarte.

Siento, dolor y desamor pero, a aguantar, me conmino.

Sí se quiere, cómo yo te quiero, sólo me da por rezarte.

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¡Benditas sean las madres que  te claman por el olvido.

Desean glorificar con su fe, por todo lo que has sufrido!