Arco Voltaico

BUSCÁNDOLA.

Caminando buscándola me quedé helado

tanto frio hacía, que ya nada sentía

aunque el alba daba paso al nuevo día

marchando me fui sintiendo cansado.

 

Sorteando malezas con cuidado

imitando a un guerrero valiente

conseguí adelantar a las gentes

hasta alcanzar llegar a su lado.

 

Por un instante me sentí amado

pero recapacitando por mí mismo

que la llaga infringida no sanaba.

 

Fui cayendo poco a poco en un abismo

pensado que ya nadie me rescataba

y lloré, una y otra vez, por su cinismo.