Hace doce años llegaste
confundiendo mi razón
tantos nervios provocaste
en mi asustado corazón.
Pensé que era una broma
cuando la noticia me llegó
literal casi caigo en coma
y el cerebro me lo negó.
Luego tuve que cargarte
fue una extraña sensación
nunca he podido apartarte
después de aquella ocasión.
Eres mi primer orgullo
de mis nietos el mayor
atesoro ese gran arrullo
que conquistó mi interior.
Hoy celebras bendecido
un nuevo peldaño de luz
la misma que he conocido
como esa medalla en cruz.
Con fe agradezco a la vida
este regalo tan preciado
y me siento complacida
de tenerte aquí a mi lado.
***Omaris Redman***
Septiembre 10, 2022