Raúl Carreras

Más requilorios de verano

Los silfos me susurran sibilinos
intrigas derivadas del pasado,
la historia de un amor inesperado
nacido de momentos clandestinos.

Discursos instigados por mil vinos
que vuelven a tu labio más osado,
y dices, cuando bebes demasiado,
que añoras enlazar nuestros destinos.

Los silfos me susurran por tu boca
anhelos de vivir una aventura,
y el roce de tu cuerpo, si me toca,

me arrastra enajenado a la locura.
Locura de perder junto a una loca
el juicio, la razón y la cordura.