alicia perez hernandez

NO ES UN HOMBRE NORMAL…

NO ES UN HOMBRE NORMAL…

No es un hombre normal, yo le quiero dar

Mis pasiones, locuras, anhelos, sueños, vivirlo

Y sentirlo en mi cama cada noche que padezco de insomnio.

Lo quiero ardiente en mi lecho sintiendo el fuego recorrer mi cuerpo,

Llenándome de su hombría y gallardía entre sábanas de besos llenos de fuego.

Sentir que ardemos de pasión en la hoguera de mi cuerpo al sentirlo llegar.

Amarnos abrazados al fuego y sucumbir a los deseos de poseernos.

Ruborizarnos al despertar el alba y ver la desnudez de los cuerpos atados

a los deseos de conocernos en la intimidad de la alcoba.

¡Ese hombre no es normal!

Le ofrezco una vida diferente a la que vive ahora, mustio, ridículo, protagonizando

un amor ya muerto.

 Vive de recuerdos, yo de realidades, él vive teniendo falsas esperanzas.

Es irónico, ridículo, falso, es un Don Juan, venido a menos, porque se le acabo la fama

de gran poeta, dejó su pasado añorando el ayer, creyendo que vive en jueves

Cuando ya es viernes, vive en la luna porque cree que todavía brilla de noche.

Es un farsante, presumiendo lo que no tiene, cada día es más marica.

Siento que hablo por la herida porque solo yo he pongo mi fe en él.

Ese hombre no es normal!

Le ofrezco mi vida entera, alma y espíritu,

Para que seamos una sola vida y un solo cuerpo y un espíritu, y

comulguemos con lascivia para poseernos sin restricciones a los deseos

de la carne, en un solo cuerpo unidos por el espíritu,

sintiéndonos alma con alma, dejando de ser dos y ser uno solo cuerpo

Apasionados, entregados, sobrios o borrachos de pasiones.

Quiero que el olvide sus fracasos amorosos y deje de hacer el ridículo. 

Yo me doy a él, me rindo a él, lo doblego con amor y lo abrazo

Con mis pasiones y ganas de amar la vida.

Para vivir en el ahora y no en el pasado.

Sin duda que él no es para mí, ni yo para él.

¡La diferencia entre tú y yo sería qué yo en su lugar si te amaría!

Creo que todo mi amor se convirtió en odio.

Alicia Pérez Hernández... México
No es la pluma la que escribe, es el alma
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