EHUR OHR

Llueves...

Llueves,

siempre llueves…

como paramo primero…ligero…casi impalpable,

sin estruendos ni algazaras,

solo fluyes,

y luego llueves, como gotas persistentes…

de secuencia ingenua…

con obstinado brío…

necia e impulsiva…antojada de ímpetu,

llueves cargada de pasión…alocada de excitación,

sustancialmente húmeda.

 

Llueves,

y te vas haciendo permanente…te pones tenaz …

y te sientes indestructible…como perpetua,

y chispeas poco a poco las aceras…

te viertes en las carreteras…

vas mojando campos y ciudades…

vas empapando los trigales y los bosques…

te vas derramando en los cristales…

te riegas impasible en los tejados,

remojas terrazas y vergeles…

exageras…

y cantas con tu melodía de arrullo…

se escucha tu voz rodeándolo todo…

se oye tu sinfonía más fuerte y contundente…

pero extrañamente… se siente a la vez una paz inexpresable…

una armonía como de ángeles.

 

Inundas la tarde de melancolía…te vistes de añoranza…

y apagas el ocaso con nubarrones decolorados…densos…

estéril de golondrinas revoloteando el cielo,

y acaricias la noche con tu tenaz inclemencia…adueñándote de la penumbra,

encaprichada y porfiada… ahogándolo todo…

embriagando el crepúsculo de esta colosal nostalgia.

 

Llueves…

y cada vez con más fuerza…

con más ganas…

como si fueras llanto llueves…

como un mar de lágrimas inconsolables,

y me envuelves de una tristeza incomparable,

y dueles de una manera tremenda…desmedida …como herida abierta que no sana.

 

Te manifiestas imponderable…

incontenible…

y sigues lloviendo…y sigues lastimando…

me sigo inundando de desolación…

me sigo anegando de recuerdos…inolvidables…

 

y llueves y llueves…y no dejas de llover…

 

 

y no escampas…solo llueves.

 

 

Veo desde mi ventanal con impotencia extrema…como llueves.