Cuando se habla de la gente mayor se suele hablar o de abuelos o de gente de ya muy avanzada edad. Pero incluso para eso uno debe tener respeto. Veo mucha juventud pedante y arrogante creyendo que el mundo es suyo sólo porque ahora son “los jóvenes del momento” y los “Rockstar de la década”. Cuando, en anteriores ocasiones, los abuelos han sido los Rockstars y señores del mundo entero y del momento. Es obvio que ya no van a adaptarse al futuro porque su futuro siempre es y será el ayer, con unas buenas dosis de décadas pasadas. (Algunas más duras que otras) pero al fin y al cabo con una vida que nosotros los jóvenes jamás experimentaremos ni tendremos (para nuestra suerte). Los jóvenes vivimos en un mundo fácil, cómodo y materialista, por lo que no hace falta estirar la mano ni hincar el codo/lomo zachando o recogiendo tomates un 15 de agosto por la mañana. Nos adherimos como solapa a lo cómodo y básico y exigimos como reyes lo que no es nuestro pero, como ya está implantado en la sociedad deseamos y queremos como ansia y capricho. He visto en alguna ocasión como la gente joven se ríe de los ancianos, es horrible ver tantas faltas de respeto, encima, siendo a gente que ya tiene sus buenas hechuras y que sólo le queda pacer feliz con su pensión. Yo que no tengo abuelos ni nada que se le parezca, pero creo, en mi humilde opinión, que tengo un poco más capacidad empática que aquellos que afirman que el futuro es “suyo”. Y pongo comillas porque el futuro no es suyo, sino de todos. Y en ese futuro cabe los abuelos, las abuelas y las personas mayores que con su sueldo ganado se dedican a darle de comer a las palomas en el parque, a leer el periódico o a fumarse una pipa. Este mundo que por veces egoísta y por otros consumista, se olvida de que este mudo no lo construyeron los más “nuevos” ni lo más “jóvenes”. Este mundo lo construyeron los abuelos y que posteriormente dicha construcción cayó en los padres y mades, (Alias los hijos e hijas de los abuelos) de este mundo. Así que, tenemos que agradecer por lo que tenemos, porque gracias a ellos y ellas podemos disfrutar de ciertas comodidades que ellos no tuvieron. Bien porque tuvieran que dejar la escuela para ponerse a trabajar, o bien porque no pudieran o no supieran estudiar sin más. Así que, como personas que somos, no insultemos, vejemos o odiemos a alguien que ha hecho de este mundo un lugar mejor para con todos nosotros. Demos gracias a que aún viven y pueden enseñarnos cosas que nosotros por nuevos no sabemos y que ellos por viejos y sabios sí. ¡Gracias a todos los señores de avanzada edad que construyeron lo que hoy es una próspera y avanzada civilización! Atte: chico__sad.