Dominatorque

Entre sueños y albas

Vistiese mis manos de infante

Para el deleite de su frente dormida.

Encontrase el alba nuestra ventana

Y la luz su cauce,

Descendiendo voraz sobre su rostro.

Allí mismo, en ese instante,

Yo descubrí el hambre

Y los años de mi malograda muerte.

.

Dos mares la contenían,

Verdes como la agonía

De mi reflejo en ellos.

Cien perlas su rosario callado,

Sonreían , manantial de aguas claras.

Sobre su boca descubierta, recién despierta,

Un nido de besos , cárdena cual sangre,

Mi voluntad , quedó allí atrapada.

.

Yo fui párvulo entre sus brazos,

Sobre la balaustrada de sus pulidas sienes,

Antes que las luces del alba me alcanzaran,

Pero llegada la mañana,

Mis colmillos crecieron,

Sus labios, alimentó mi deseo..

.

Ella despertaba

Yo … soñaba con ella.