El Quijote de la Rosa

La Arena y el viento...

LA ARENA Y EL VIENTO...

El viento corría entre las olas acariciando la playa.
De repente, sus ojos 
quedaron prendados 
del brillo dorado 
que el sol dejaba 
escapar danzando 
entre los granos 
de fina arena.
Quiso el viento 
guardar entre sus manos 
ese maravilloso tesoro,
corrió presuroso 
de aquí para allá
tratando de alcanzar 
los granos de arena, 
cuanto más corría, 
la arena presurosa, 
más se alejaba de el.
Apresuró su paso un
poco más,
un remolino de arena 
cegó sus ojos, 
dejándolo desconsolado 
y sin su preciado tesoro.
El viento,
atormentado y dolorido, 
se sentó sobre una roca, 
cansado,con pena 
en su corazón,
de sus labios nació 
un gran suspiro.
Abrió sus ojos y ete aquí
que entre sus manos, 
descubrió que los rayos 
del sol brillaban radiantes
reflejados entre los finos
granos de arena.
La arena, cansada 
de correr de aquí 
para allá al ver 
el viento en calma 
y sintiendo la caricia 
del suspiro
se había depositado 
a descansar
entre las manos
del viento en calma.
Desde ese instante. 
En ese mágico momento
el viento descubrió 
que un suspiro
nos regala mucho 
más que nuestra 
prisa por llegar.

El Quijote de la Rosa 🌹