Carlos Ojeda

Tú alma contra la mía y un ir y venir de sentimientos.

Tú alma contra la mía y un ir y venir, de sentimientos.

 

Un respirar, respirar, respiros ….la fatiga….no importa, mis pensamientos han llegado, a ti.

Estamos en un punto de no retorno ….dos caminos que se hicieron uno, dos caminantes por un mismo sendero que conduce, a un final, que no tiene salida….el amor. Se venció con esfuerzo, la indiferencia, el tedio y el miedo, pero se llegó.

Que cuanto nos tomó llegar, que si vencimos a la desconfianza, al orgullo, a la vanidad…. puede ser, pero ahora que estamos juntos, puedo ver en tus ojos, que me amas, que tienes la necesidad de ser parte de mi sombra, que quisieras hacer en mi, las mil y un travesuras que mi piel aguante, que quisieras ser retribuida, que ya estuvo bueno de soledad.

Te diré, que quisiera ser perfecto, pero, es que yo no tengo tiempo, para eso. Será por eso, que desperté en ti, la intención de redimirme y rescatarme de este limbo, en que me encuentro. Se, que has estado enamorada, y que al amor en todas sus facetas, lo conoces, pues bien, te diré que te faltó una, en la que el poco juicio y la locura van de la mano, en busca de la pasión. Por favor, no me vayas a esconder, tus sentimientos, déjate encontrar, pero encontrar completa, como en realidad, tú eres. Deja, que mis ojos te vean y que mis oídos, se endulcen, con tú 

voz, te diré, cariño, eres una hembra completa. Tienes una hermosa figura y una agradable apariencia. Despertaré la envidia y los celos, de aquellos que se quedaron en el camino y que generaron en ti, el silencio.

Te prometo, que te ayudaré, por Dios, te ayudaré para dejar de ser santa. A tientas, en la penumbra, te oiré suspirar y susurrarás mi nombre. No habrá protocolos que mantener ni silencio que guardar, será tú alma contra la mía y un ir y venir, de sentimientos, abrazos y besos, si muchos besos. No me rendiré, primero….muerto. La ventana, estará cerrada, para que la luz no entre, y la felicidad de tenerte, se me escape. Y tú, en tú locura, gemirás en silencio.

Me pregunto, que quedará de nosotros, después, cuando nos hayamos comido….a besos. Mi Caperucita, seré tú lobo feroz y eso no será un cuento.

                      Siempre tuyo….