negrolindo

Te extraño

     

 

       Te extraño, extraño cada parte de tu cuerpo, besar tu boca, tu piel, cual cascada de agua fresca que quitas esta sed de amor que siento por ti. Extraño el movimiento de tu cuerpo, de suaves e hipnotizantes movimientos, capaces de despertar los más audaces sentimientos ocultos de un hombre, haciéndome latir el corazón a ritmo vertiginoso, sin saber su límite sin importar las consecuencias de verte así, tan hermosa, tan bella.

        Extraño tu hermosa sonrisa, capaz de sosegar a diario los momentos más ríspidos, donde la amargura y la tristeza logran sucumbir el alma, ese elixir diario, esa droga imposible de abandonar, una adicción del alma que ni el tiempo ni la distancia son capaces de curar, por que mi voluntad  solo me  permite amarte.

        Extraño tu mirada insolente ante mis desvaríos, tus enojos suaves demandando constante cariño, caricias y besos con el final ansiado de un te amo, palabras que calman cualquier discusión, cualquier alteración de nuestros momentos mas oscuros, de una vida que soñamos sea para siempre.

        Tengo en mis manos esa fotografía tomada en las rocas del mar, esa que resume tantos recuerdos, esa que no puedo ver, por estas lágrimas que asoman, desfigurando tu rostro en mil burbujas brillantes cual estrellas que fuimos contando en los hermosos amaneceres, en esas playas donde las piedras y la arena, siguen guardando tus secretos,  esos que olvide preguntarte, esos que fueron ocultos por este manto de amor, por este manto de felicidad.

         Cuando te conocí quedé sin pasado, tanto amor fulminante me dejo atrapado en tu ser, sin que la poca cordura en mis honestos actos cotidianos, dejadme ver la distancia entre nuestras edades, capaces de confundirlas en la pasión y el amor.

          Tu juventud llena de inexperiente vida, no alcanzó para conocer la grandeza del verdadero acto sublime, el acto donde nuestros cuerpos piden a gritos ese final arrollador donde el cálido placer nos unió, para dejar una huella tan profunda como tu ser.                    Extraño tu cantar por las mañanas, emergiendo de tu voz con una suave entonación, tan dulce tan romántica que hasta los pájaros posándose en la ventana realzan en coros esa hermosura forma de comenzar el día.   

           Te extraño tanto, que mi vida sin tu amor es una quimera de sensaciones que adormecen mis actos, sin poder resolver esa paradoja que estremece mi vida, contigo todo, sin ti, la soledad, esperando hasta que puedas ver, que el verdadero amor llenó también tu vida, tan vacía y tan fría, para que puedas sentir la necesidad de mí, y poder así tenerte, salvando nuestra existencia, sin dejarnos morir sin haber vivido juntos, que lo nuestro sea único, que no puedas alcanzar en esta vida, poder disfrutarlo, que cada momento vivido a mi lado sea para ti el romance eterno. No pierdo las esperanzas que nuestras almas amanezcan juntas y así demostrarte todo este sentimiento de amor que siempre tuve y tendré, solo para ti.      

 

José Luis Vega