Nacho Rey

TERROR ROJO: S 21. LA MÁQUINA DE MATAR

 

Camboya asesinó sus flores en demasía,

que ni rosas florecieron en el cielo tan oscuro;

el comunismo déspota pasó a la grosería

en límites jamás vistos como leche cianuro.

 

Una máquina de matar, Rojos sin ternura

degollaron hasta el Amor haciéndola invisible:

bajo una ducha de hambre y profunda hondura

un autoritarismo que se creía invencible.

 

Los muertos ya danzan bajo luz brillante,

una llama de valor su cielo Dios los estima:

almas yermas que en gloria estén, arriba los anima.

 

Recuerdos para aquellos su padecimiento,

rezar por su bienaventuranza yo lo cuento,

aquella telaraña jamás se repita cosa semejante.

 

 

    IN MEMORIAM A LAS VÍCTIMAS

    DE LOS JEMERES ROJOS

 

 

           (Junio 2.022)