Juventino Pérez

Alcohólico

Alcohólico 

¡Qué enfermedad más ingrata!
Que cambia la sonrisa por tristeza,
El temperamento se eleva hasta la cabeza
Hasta termina la unión familiar.

Ataca al individuo,
Su ágil veneno va dañando,
Conforme se va consumiendo,
Bebiendo el líquido fermentado.

Bebidas para las clases sociales,
De distintas marcas, 
Apreciada como la fina miel,
Pero realmente es agria hiel.

Una copa de licor,
Dicen que cura el mal de amor.
Pero lo que sucede es peor,
Porque lo destruye con dolor.

Le usan para distintas facetas.
Para resaltar el ego,
Pero en realidad es leña al fuego,
Si se excede de bebidas.

Tristeza para los niños,
Vergüenza para los padres.
Qué horror ver en las calles,
A un alcohólico tendido.

Ya no destruyas tu vida,
Por una copa de alcohol,
No dañes lo poco que te queda,
Si aún no es demasiado tarde.

Es difícil dejar el vicio,
Pero puedes dar el primer paso,
Reconocer los hechos,
Es un acto de valor.

Vive, llénate de muchos gozos,
Pero no lo mezcles con tragos,
Se que lograrás armonizar. Eres valiente.
Porque allí sí se disfruta sanamente.