Oscar Pacheco

Las palabras sobran

Una mirada

 

En ocasiones las palabras sobran,

Cuando una mirada roza hasta el centro del alma

De quien supusiera suyo,

ese momento misterioso

provocado por la gloria del amor

 

Sientes que te eleva hasta el infinito

y sumerge al espíritu en un éxtasis de felicidad,

La necesidad de seguir teniendo cerca esa mirada,

se vuelve imprescindible para el alma,

 

La calma comienza a tener razón

cuando el canto que provoca tu mirada en mi mente,

hace que mi corazón comience a latir más fuerte,

sientes que sale del pecho,

 

que retumba como olas oceánicas

decorando de espumar blanco las costas de mi cuerpo,

que ha sido colonizado por el brillo de tus ojos,

que causan envidia a la alborada,

 

por su color y su luz,

que es tan profundo y mística,

inefable a lo cotidiano,

digno para el cielo, 

 

inalcanzable para el humano,

como si descendiera de los astros del universo

para colarse entre las cuencas de tus rostros

para servir de ojos,

 

los mismos ojos que ahora me hipnotizan,  

porque es de tu mirada de la que hablo,

que corrompe al pensamiento,

que anula al miedo

 

y que vence por mucho

a cualquier otra belleza que existiera,

que dice más de lo que diría un narrador,

dice mas de lo que pudiera entender,

 

me cuenta cosas

que el alma misma nunca antes sintió jamás,

y descubre en mi interior

los sentimientos más sublimes

que se deben a alguien,

 

en ocasiones las palabras sobran

porque tengo tu mirada,

en ocasiones el silencio

es un ruido armónico

que se dirige bajo el compa de tus ojos,

 

en la perfección de una mirada,

si, de tu mirada que es tan misteriosa como el infinito,

tan tenebrosa como la muerte

y que es tan maravillosa como el amor.