Ben-.

VersomanĂ­a-.

Se rompen fieros los obstáculos

se concluyen de asfalto los montículos

arena ingrávida es permanente al olfato

sumiso en su pradera de ardiente deseo

ostenta no obstante su materia de asfodelo

intacta. Miren, si no, el guardián

cómo inventa su travesura número enésimo.

Y mentir sobre las carrocerías aparcadas

sobre los latidos de la bestialidad inaparente

sobre los vestigios de la inauguración animal

ese dedo ingrato que vigila las contradicciones.

Es peor sin duda, admitir una tregua, convocar

las delicias, salir al parque y triturar una lengua.

Hablar con saliva iniciática, ser oráculo del perro.

Cavernas injuriadas en el aspecto unánime de sus palcos

implantar la versomanía del cuarto androide paranoico.

Me vencen los aerosoles, el linóleo de las plazas estrictas,

las comunicaciones verticales, el sueño de la bestia,

su sustento lleno de largas tribulaciones.

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