Gerardo M.

De tu fruto nace veneno

Entre bosques lúgubres
se encuentra la luz,
en las noches sombrías,
brilla en plenitud.

Ilumina el camino
a viajeros perdidos,
un faro en la noche
con un solo destino.

La obra del árbol
a los viajeros obsequia,
radiante a los ojos
y gustosa a la lengua.

Los testigos van buscando
siempre la luz del arbol,
probar de nuevo su fruto
es lo que están deseando.

Pero aquel que es deseado
se ha desvanecido,
en busca de nuevos viajeros
para guiarlos en su camino.

Puedes ver sus huellas,
detrás de él nunca hay olvido,
solo suspiros de desazón,
por perder aquel sabor.

Y si les preguntas
¿Cuál es el mejor arbol?
Siempre han de responder
\"Aquel que no me enamore\".