Rafael Escobar

\"MÓRBIDAS ENTREGAS\"

 

 

Fue tan divino el momento

de nuestra primera vez

pues despertaba su tez

huracán de amor violento.

 

Con su cuerpo en movimiento

gozando su desnudez;

yo sentía la fluidez

de su orgasmo suculento.

 

Sin ninguna sensatez

divagaba el pensamiento;

con la enorme placidez

 

de beber su dulce aliento;

que con grande morbidez

sacio mi anhelo sediento.

 

Autor: Aníbal Rodríguez.