Me animé a su hechizo,
que fricciono la voz al canto mas fino;
esquizofrénicamente abrazo mi delirio,
hasta dorarlo al sol de su amor fresco, puro y preciso.
Aplacó a mi lenguaje,
a acercarme a aquel viaje,
de parlas continuas sobre la frágil matinée.
Es que me tenté,
por los diablos labios rojos
más por la dulce encantadora habla de su simpático corazón.
Y arrinconó a aquel niño,
con su hechizo en un mágico día 22,
volándome los sesos, hasta hacer nacer de la galera una flor.
Los locos se tentaron a matarse de amor,
es que \"la noche llama a la noche\",
y las mariposas a tu libertad a favor,
de ser uno, a pesar de ser 2 en la unión.