Jordi Etresi

RADIOGRAFIA DE UN MILAGRO

 

Radiografía de un milagro

Un relato de Jordi Etresi


En la consulta del medico que llevaba el caso y tras las pruebas realizadas a su mujer Mery Rose el tumor se había extendido, le quedaban semanas o meses de vida y su esposo Harold no podía hacer nada, los Sres Grapes quedaron sin esperanzas.

Aun así probaron otras terapias, otros médicos de otras partes del mundo sin resultado. La desesperación era tal para Harold que lo único que podía hacer era rezar y estar junto a su mujer el corto tiempo que le quedaba por vivir.

Una noche Harold bajo a la orilla del mar, se quedo pensativo bajo la luna y rezó para evitar lo inevitable una vez mas. Bajo la cúpula celeste apareció una estrella fugaz que cruzaba el firmamento y pidió un deseo, pero ese haz de luz se precipitó en el mar muy cerca de el.

Creyó que se trataba de un avión que se había estrellado, asustado fue a ver que había pasado, el mar se había iluminado justo donde cayó el objeto. Cogió su equipo de inmersión y nadando se aventuró al punto de impacto.

Una vez allí se sumergió unos pocos metros en la profundidad del mar y su sorpresa fue inexplicable, no era un avión, ni un meteorito, era una un extraño ovalo lleno de luces, en pocas palabras un objeto volante no identificado.

Asustado emergió inmediatamente y rehizo su camino a casa como alma que lleva al diablo, se encerró con llave  y se dispuso a llamar a las autoridades competentes, pero las luces temblaron y se quedo a oscuras, al igual del resto de casas cercanas.

Empezó a darle ansiedad, le faltaba el aire, respiró profundamente y su pecho dejó de martillearle, pero algo había cambiado dentro de el, se notaba mas ágil, menos torpe y sus dolores crónicos se esfumaron, era como si hubiese rejuvenecido por completo.

Todo aquello tenía que ser fruto de su imaginación, pero a pocos metros el mar seguía encendido, así que no era un sueño ni se había vuelto loco. Despertó a Mery Rose para explicárselo todo, pero su esposa no despertaba, estaba inconsciente.

Tenía un extraño presentimiento, una corazonada, así que en vez de dirigirse al hospital que quedaba demasiado lejos, la cogió en brazos y se dirigió al mar. Se metieron en el agua hasta que los Sres Grapes quedaron muy cerca del circulo iluminado.

Mery Rose empezó a despertarse mirando a Harold extrañada de estar en sus brazos y encontrarse flotando en medio de la noche, todo aquello era tan surrealista como si los médicos estuvieran haciéndole una radiografía para un milagro.

En el cielo tras unas nubes espesas se trazó un haz de luz hacia el mar, los Sres Grapes quedaron dentro de ese foco y vieron como el objeto volador sumergido emergió del agua, atraído como un iman por un campo magnético interestelar.

Las nubes empezaron a hacer relámpagos extraños y algo mucho mayor apareció ante sus ojos, empezó a girar sobre su eje a gran velocidad y como si se tratase del Halcón Milenario, atravesó las estrellas y finalmente tal como vino, desapareció.

 

Epilogo:

 

Un mes mas tarde Mery Rose acompañada de su esposo Harold fue a la consulta de su medico y tras los resultados periódicos de control, el diagnóstico había dado un giro de 180 grados, el tumor había desaparecido.

Harold que nunca había podido creer en los milagros, tenía uno justo delante suyo. El también había sanado sin saber como, lo que si es cierto es que ninguno de los dos siguió tomando medicación, ya no la necesitaban.

Harold le dedicó un corto poema a Mery Rose una vez la pesadilla llegó a su fin, todo había salido bien en contra de todo pronostico y este decía así:

“Se que para vivir hay que morir pero yo muero por vivir junto a ti”.

Los Sres Grapes siguen viviendo en la actualidad disfrutando de su segunda luna de miel, aprendieron que cada segundo de su existencia es oro y bien saben que cada caricia, cada abrazo y cada beso podría ser el ultimo.


Moraleja:

 

Aunque el tiempo siempre se acaba, de ti depende empezar a valorarlo.

Ama como si nunca tuvieras la oportunidad de hacerlo.

 

Jordi Etresi

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