Alexander Vortice

ESTUPEFACIENTE

PURA fibra, amor, puro veneno.

Arco de denuncia en las calles enlutadas

y sangre reclamando secuencias de sal.

Cápsulas de pereza y gótico relámpago

de colmillos cruzados,

de dagas al viento, entre mis dedos…

Y decir: “Moriré esta noche”,

y enseguida decidir

que es un frenesí

mi decisión.

 

Cóctel de dependencia

en esta ciudad de hijos y furcias;

amor: te encontré seca de esperma

y sólo pude darte adhesión…

 

Ojo por ojo y vientre que lastima…,

divinidad que es mi estupefaciente afable,

siempre mujer que tuvo el gusto

de padecer mis estúpidos prejuicios.