Cada día el sol se levanta
cuando la luna se duerme,
y las flores se despiertan
y los que duermen, no duermen;
y los que viven viviendo,
y los que mueren muriendo.
Al rato de levantarse,
los despiertos que deambulan
por calles llenas de autos
y niños que ya no duermen,
empiezan los vendedores
a pregonar sus productos,
mientras aquel policía
mira de reojo
al delincuente.
Y así, pasando las horas,
y el sol subiendo y subiendo
todos recorren las calles,
buscando lo que no tienen.
Va el carterista robando,
y los que venden, vendiendo,
mientras que los estudiantes,
en la escuela están jugando,
y los maestros, maestrando,
a los que siguen despiertos.
Así es la ciudad de día,
cuando el sol ya va cayendo.
Cada quien va regresando,
las flores se van durmiendo,
los que venden, y los que compran,
nunca se ponen de acuerdo,
mientras que los delincuentes
no se robaron ni un peso
porque listos policias
los miraban de reojo
todo el tiempo.
Así es un día cualquiera,
en las calles de mi pueblo,
Ya va callendo la tarde,
y la luna va saliendo,
alumbrando con desgano
a los amantes del parque,
mientras artistas nocturnos
cantan y bailan,
y a veces lloran en serio.
Por fin llega la madrugada
en una ciudad despierta,
todo el tiempo.
Cada quien con su pareja;
cada quien con sus recuerdos.,
y tú, durmiendo a mi lado,
y yo mirando tu cuerpo...
Frank Calle (15/ julio/ 2022)