Xilos

El perro abandonado

Sí, ese de ahí,

ese de ahí es mi amo.

El me acaricia

y yo lamo su mano.

Sí, ese que anda,

que anda a mi lado,

ese es mi amo

El que agua me da

y comida en un cacharro

Un día cualquiera me encontró,

solo y abandonado;

y su soledad callejera

conmigo compartió.

Él duerme con las estrellas,

entre casimircillos  y cartones.

Vegeta por mor de la bondad

y la falsa humana indulgencia.

Sosegado ahora duerme

conmigo en su regazo

Si alguna vez me encuentras

y él conmigo ya no estuviese,

si como dueño nadie

tuviese a mi lado

No me maltrates,

acógeme, sé mi nuevo amo.