ARGON

RENDIDOS...

RENDIDOS...

Nos miramos, nos sentimos, estábamos, deseándonos, 
acariciándonos a la distancia 
besando al viento, desnudándonos al mismo tiempo
Respirando el mismo oxígeno, nos acostamos tú allá y yo aquí 
y nos olimos de solo pensarnos.
Penetrándonos, libándonos, cambiando de posición
para leernos, mejor.
 
Nos dormimos, sonándonos, hemos despertado, escuchándonos, 
se iluminan nuestras miradas, de vernos tan cerca, hoy.
Codiciando ese momento sublime, sin error, sintieron nuestros pasos, 
el aire, tan dulzón, se fascinaron los verbos de ver tan vivos a nosotros dos. 
Mastican el silencio que abrumado hoy hablo, saborean nuestros paladares
el café recién preparado por tú, mi amor...
Están desordenados, los astros que se cuelgan de tus cabellos
 y están acoplados, el arcoíris, con los rayos del sol.
 
Están divididos, los sonetos junto a las prosas, en un enjambre, 
aletargado, por el paso de los segundos mellizos de andar tan despacio en nuestras miradas, que trémulas siembran envidia de tanto amor.
Se estiran, aún más las horas, que se arquean, como arco a disparar 
una saeta por el amor errante, que hoy no unió. 
Se balancean, para no caerse las letras del abecedario desordenado
de nuestros pasados.
 
Se retuercen, los deseos y se estiran, los suspiros por alcanzar al cielo,
se calientan, más todavía, las bocas de los volcanes por tú y yo.
Se repelen, las malas energías y se debilita, esa soledad fantasma
que nos dividía al uno con el otro, 
Ahora somos, enlace, colisión, sin daños colaterales.
Perforan, muros que caen como castillo de naipes, se incrustan, nuestros deseos, adivinando la próxima caricia, ya está en vuelo...
Se remachan, los besos a tu boca.
 
Se injertan, mis manos a tus caderas y se atornillan, mis pasos a los tuyos.
Desmayado, resucitado, resplandeciente, por saberme tan amado por ti.
Meditan, los pensamientos y se inflaman, nuestros corazones que enloquecen, 
al fundir, soldar, calcinar, y reavivar tanto Amor.
Se desgarran, los velos que no nos dejaban vernos
 se muerden, nuestros labios de besarnos en presente,
se matan entre ellos, y se curan amándose, también.
Resucitan, nuestras Almas, se buscan, se frotan.
Milagro de ser uno y dos a la vez.
 
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