ubik

SÍNDROME ESTIVAL DE ESTOCOLMO

Cojo de un ojo

laten mis párpados

las mil caras hermafroditas

del colibrí televisivo,

 

luz bermellón 

del festín astral,

fábula insuficiente del alba,

marchita vibración del oropel,

 

voluptuosidad

que no ceja en beber vino

de la rosa pastel.

 

Efímera ave del ascua

que atraviesa

piscinas de alegría prestada

y sandías de sangre invisible 

con sonrisa desplegable de bufón,

 

los espejos también cierran

por vacaciones,

soldados al agua maratoniana 

del mar.