omu

cerca del embrujo

No solloces entristecida
mi linda niña.

Alza tu vista y mira!
los tapices dorados labrados,
con dulces mimos
por ti regalados
y en el presente acertados,
completando sus minutos,
sus años y sus horas.


No renqueen en la duda tus pasos,
observa el clamor causado,
por el fulgor derramado
al pasear luciendo tanto
el candor de tu esencia cuando
gratifica, aromatiza
acentuando la grata acidez del limón,
la suavidad olfativa de la lavanda
o la melosa sequedad de la canela.
Siento envidia...
de los depositos en tu piel,
de la esponja
y del jabón que resbala mientras te toca.
Siento envidia....
del polvo filtrándose en tus poros
penetrando tu risueña piel aceitunada.


Sepas:
ese espejo no sería nada
si tu mirada sobre el no posaras,
sin tu presencia padecería....
como reflejo soso,
sería un textil inútil,
sería una seda despigmentada.
Sería espejo impotente,
al faltarle el poder de tu luz;
tú, músculo firme,
potencia, jengibre.
Tú, boreal aurora,
me place inundarme de ti,
lo escogo,
quiero ser siervo
si tú eres mi ama.


Gírate....
gracias a ti,
tu entorno se mueve,
es manantial fresco y dinámico,
toma sentido,
recobra la vida.
Ante ti, los huecos se llenan,
la soledad se vuelve gracil,
hasta los vacios acompañan
siendo dignos.


Sin vergüenza afirma!
Ser real,
ser alegría,
ser magia y contenido,
no ser flor de un sueño,
no ser ilusión pasajera.
Afirma ser el viaje deseado,
ser una ternura esplendida,
ser de una inocencia fuerte;
pero tierna.
Aceptate,
sientete valiosa,
sé que eres una joya
conocedora de su brillo,
de su hermosura,
de su energía.
Dale honestidad a tu camino
y recoge los frutos
del árbol eterno de la verdad.