Esther Alba

El cuento de una niña.

Te voy a contar un cuento
no es para que te sientas identificada
pero es la protagonista
igual de valiente y obstinada.

Cuenta la historia de una niña
que se tuvo que enfrentar
a todos los monstruos
que la osaban obstaculizar

Algunos eran enormes
y otros casi invisibles,
pero ella no se acobardaba 
y a todos ellos derrotaba.

El último monstruo
que tuvo que enfrentar
fue el más difícil,
porque era ella misma.

Era su propio reflejo
Era su propia piel
Era su propio cabello
Era sus propios ojos

Era su propio pensamiento
Era su propio tormento
Era todo lo que había sido
todo lo que ella era.

Ella tuvo que luchar
contra ese monstruo,
y por mucho que quería,
no lo podía derrotar.

Y tantos enfrentamientos
la habían hecho olvidar
que podía pedir ayuda
que era solo una niña.

Cuando se enfrentó a ella misma
se dio cuenta que no podía ganarse
ni en una pelea, ni en un debate
por mucho que se esforzase.

Y por su falta de humildad
jamás pidió consejo a alguien más,
que pudiera haberla guiado,
que pudiera haberla salvado.

Al final la niña se estancó,
eternamente enfrentándose
porque no podía aceptarse
ni compartir su imperfección.

Pudo ser una adulta fuerte,
pudo ser una adulta inteligente,
pudo ser una adulta amable,
pero se quedó sola, enfrentándose.

Aprende de este cuento,
porque así es la vida
a veces somos el monstruo
a veces somos la niña.