fatusdari

"Quiero plasmar los rasgos de mi vida"

Jamás olvidare, aun cuando yo muera aun cuando el rigor cadavérico sea putrefacto y corrompible y los gusanos y las clemencias e inclemencias del rigor de la vida, o el fuego mismo consuman la carne y los huesos aun así, jamás podrán borrarse de mi todo este cúmulo de expectativas y vivencias toda la acción preponderante de la vida, lo llevare en la realidad de mi vivir, en la realidad que determino que vivir no fue como un sueño, sino una contundente realidad existencial en su preciso momento, lo llevare en mi certeza humana y racionales, lo llevare en mi convicción cognoscible y precisa, equidistante y contumaz, en ese otro lapso de cambio desconocido o imaginativo, me llevaré en mi conciencia, en mi esencia, en mi ser, aun mas allá de dejar de ser, de sentir, persistirá en mi todo lo bueno y notable de la existencia, todos los rasgos y vivencias en sus ámbitos, en su secuelas, en sus contextos que acontecieron en mi vida, jamás podrán borrarse todos los actos nobles y sublimes, como virtuosos, maravillosos o extraordinarios todos esos sentimientos y actuaciones grandiosas que viví, que conocí, todo aquello que exalto mis emociones y sentimientos y que propicio sentirme cerca de un paraíso conjugado de el cielo, como en la tierra, en alegrías y tristezas, en la vida, como en la muerte, de los seres que yo amo, ame y amare, y que jamás olvidare, jamás podrán borrarse de mi las diferentes tonalidades con sus variantes colores, los rasgos y características de todo cuanto existe en sus géneros y especies, de las cosas y los animales, de la naturaleza jamás olvidare una luciérnaga como en la penumbra deja enmarcada una secuela luminosa que te hace admirar todas las maravillas de la naturaleza jamás olvidare la música interior y exterior de cada vivencia, de cada sentido, del mismo sonido o cantar de un riachuelo, de un río, de las olas del mar, del canto de los pájaros, del brote también de una erupción volcánica, ?por que no,? de los mismos temblores y sus consecuencias, jamás olvidare el viento que me da brisa, que me da clima, jamás olvidare el recuerdo de ver caer un aerolito, sentir esa sensación maravillosa de ver lo sublime con lo concreto, ver como se va disipando su luz etérea en el universo, jamás olvidare ese sentimiento humano, esta aprensión de ser, de conocer, de sentir este latir de este corazón, y de todos y cada una de las partes elementales del organismo en su exacta función, desde los poros de la piel, hasta el pelo, los rasgos, los colores, hasta el cerebro, la vista, la respiración, lo intangible de ser, para adentrarse a forjar la mentalidad, la característica, la creatividad, la inventativa, que nos permite ser parte de esta humanidad en la universalidad, jamás olvidare esa fuerza del corazón que son los sentimientos, las alegrías   las tristezas, las lágrimas también que caen o se detienen y que precisan la lluvia interior que empapan nuestros sentidos, jamás olvidare los rasgos, los colores del universo y también los de un arco iris, jamás olvidare toda la relación sentimental que recibí, todas nuestras convivencias que sublimaron toda mi propia existencia, jamás olvidare todo lo que existe en la vida y que produce exaltación, admiración, análisis, entendimiento, comprensión, asombro, luz, energía, directriz, dinamismo, efervescencia aun así las pesadillas de la vida traten de aniquilarme, aun así mi actuar errático no propicie un entendimiento emotivo y racional para actuar mejor en todas las latitudes de la vida, hasta llegar a comprender o incomprender las de la muerte misma , aunque mi necedad suele ser contumaz e irreflexiva, pero aquí estoy tratando de ser mejor, pero con mis necedades a cuestas a pesar de la conciencia, la voluntad y determinación, pero admirando la provervialidad de la existencia en su sublime o cruda bienaventuranza o cargas, en su mas excelsa o mínima insignificancia y su mas loable expansión sublime, estas enseñanzas, estas vivencias nadie las podrá borrar o quitar, aun cuando se disipe algún día mi propia integridad humana con la consabida muerte que uno percibe injusta inaceptable e incomprensible y que en realidad es una incógnita latente inexorable en un existencialismo rotundamente relativo..