Bolotty-a.m.

Flecha Del Mal

Su mirada llamativa

cierto atrajo la mía;

y no sé si leí bien,

no sé si leí mal,

pero era de una letra

enredada entre nudos,

en el medio de

temperatura caliente,

y con la temperatura fría.

Con sus pupilas insistentes,

escuché su silencio

en voz alta,

de que por favor,

cuándo le hablaría.

Me decidí en el entredicho

hecho a mi mismo

para ver que lograría.

Una tarde que entraba

a su trabajo,

esperé a que apareciera,

me fui hasta donde estaba,

me presenté,

y entre el nerviosismo de ambos,

expresamos nuestros nombres,

me vislumbró su hermosura

e hizo que me atrajera.

En días me enamoré,

le dije que le amaba;

respondió: solo me gustas,

tranquilo,

podemos ser amigos,

y en menos de setenta y dos horas,

liberó se enamoraba.

¿Quieres ser mi novio?

¿nunca se te han declarado?

Conversó…,

la sentí desesperada.

Ella quería devorarme,

lo re noté en su expresión,

en sus actos,

y otra vez esa mirada.

Pero estaba en su trabajo,

un supermercado a público,

donde vendía productos,

atendía, los contaba.

En días puso una excusa

para terminar con todo,

porque a una nueva labor

se trasladó,

dejándome el corazón,

y el alma,

por su alma muy flechada.

No creo que en realidad

me amó;

fue un juego

en el que engañó,

debe ser esa su costumbre,

porque jamás

pasó nada…