Ben-.

Espíritu veleta-.

Sin ti, pájaro madrugador,

mi canto, no tendría sentido.

Tú eres, las más de las veces,

orquesta estival en el verano

de las fieras. Y aunque llore,

y esté harto, me haces volver

a probar. Un recóndito del bosque,

eso eres: pájaro que alumbras

nueva vida con tu canto estertor

de muerte. Y mi vida, empujada

por ti, hacia el calor inerte de la noche.

Desplegadas están las velas, acudid

pronto a proa, que nuevas alas inflen

mi espíritu veleta!

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