Roberto Bardecio Olivera

\"DIARIO DE VIVENCIAS DE MI PRIMER INTENTO DE LLEGAR A LA ANTÁRTIDA\" (Capítulo 9)

 

18vo. Día de Navegación

          (22/3/1991)

 

“PUNTA ARENAS Y SU GENTE”

 

    Las horas continúan pasando en la ciudad más austral de Chile, Punta Arenas, capital de la Décimo Segunda Región Magallanes y Antártica Chilena, lamentablemente bajo un cielo gris y una pertinaz llovizna, que nos hace sentir con mayor intensidad el frío, que es dueño y señor a esta altura del año, en esta bellísima ciudad.

     Desde el buque se siguen realizando las coordinaciones pertinentes con el Instituto Antártico Uruguayo para poder transportar, por vía aérea, la carga destinada a nuestra Base Científica Antártica Artigas lo más pronto posible.

    Tal como lo veníamos previendo, se troncharon definitivamente nuestras ilusiones, nuestro sueño acariciado largamente de llegar a la Antártida y poder conocerla.

    Pero, a pesar del sabor amargo que nos provoca la desilusión, la gente que paso a paso nos encontramos caminando por las calles de Punta Arenas, nos sorprende cada día más por la calidad y la calidez que nos atiende, siendo esta actitud para con nosotros, la que caracteriza y distingue a esta hermosísima ciudad trasandina y a sus pobladores.

    El mundo de hoy, este mundo que nos ha tocado en suerte vivir, tan dividido, tan deshumanizado, debería tomar de ejemplo el don de “buena gente” que esgrimen espontáneamente nuestros anfitriones.

 

19no. Día de Navegación

          (23/3/1991)

 

“PUNTA ARENAS POR DENTRO”

 

    En este sábado 23 de marzo, el ritmo de vida en Punta Arenas,  nuestro ritmo, cambió radicalmente.

    Varios fueron los acontecimientos que se fueron sucediendo a lo largo de la jornada.

    Por la mañana, soportando enhiestos el frío intensísimo, asistimos al acto que se llevó a cabo en la Plaza de Armas Muñoz Gamero en conmemoración del Sexagésimo Aniversario de la Fuerza Aérea Chilena, donde pudimos comprobar, sorprendidos y emocionados, las distintas partes de la ceremonia que, el público puntarenense presente, siguió con increíble unción y respeto.

    En la tarde, guiados por el Sr. Walter Barrientos, uno de los habitantes de esta hermosa ciudad y que prontamente aprendimos a valorar y a querer, recorrimos distintas zonas de interés cultural y turístico, las que nos están ayudando a conocer en todas sus dimensiones a Punta Arenas: su rica historia, su cultura y, por sobre todo, a su hermosa gente.

 

    Continuará…

 

 Roberto Bardecio Olivera

         (Marzo de 1991)