Encontrar la felicidad en la melancolía
tiene tanto sentido cómo partir una roca esperando
encontrar agua de coco,
un sinsentido para encontrar nada.
Al caer en un hondo pozo, dentro de profundos pensamientos,
estos pueden ahogar tu mundo.
Entonces la felicidad como un revoloteo de esperanza
enterrado en lo más profundo, l
lanza un salvavidas.
Rompiendo el dolor para saborear la alegría,
cómo se rompe la piedra estrellada,
emerge para mantener a flote la esperanza
como un hábil y oportuno salvavidas,
te digo qué, ahí está la felicidad.
No la encontraste tú, te encontró ella,
más lo sabías pues la viste lanzarte el salvavidas,
ése de esperanza y alegría.