Alfonso Torres Jimenez

A veces el llanto

A veces el llanto

No reconforta apenas.

Es entonces

cuando te pesan las horas

 como si fueran días interminables

y el silencio te observa implacable

Detrás de cada cenicero.

Organizar las ideas

ya no es posible,

sólo hay lugar para el recuerdo.

Ay el recuerdo !

El más duro, 

Intransigente y voraz

de los fantasmas.