Felicio Flores

La hija del río

En la tierra de la luna
la hija del río
siembra campos de cebada.

Su aire de ave nocturna,
gira el aspa del molino
y muele trigo en la alborada.

Canta su corazón al sol,
como el de un campesino
o el de los quetzales.

Sus manos de avena y leche
pintan, entre los olivos,
la casa de los faisanes.

Yo, que soy hoja caduca
de los árboles divinos,
dejo cantos primaverales.

—Felicio Flores.