Zapalandia

Si solo he de llorar por amar...

El anochecer llega a mí y me colma de dolor, mis ojos se cierran enjaulados en lágrimas, sangra el odio en el vértigo como eternidad, al escuchar de tus labios, que tú ya no me amas, más…

Necesito llorar sin cesar, para descargar mis témpanos en el sollozo de la soledad, siento el desaliento, en la distancia de tus palabras que acaban de morir en mí…

No me claves ese puñal así, mi herida sufre, y se desangra, y el final camina sobre la cornisa moribundo de aquel amor, los sentimientos profundizan la herida como una daga que penetra y penetra más y más y lentamente me mata…

Dime que no he sido una aventura, si solo he vivido para amarte, solo en mi piel y en mi alma, sabe la huella bendita que tú, eres la otra parte de mi ser…

Hoy necesito llorar, porque te amé, como a nadie amé, eras mi esperanza y eti solo halle crueldad, al final, mis ojos en llantos fallecen, en el amanecer…

Mis manos se aprietan entrelazadas con lástima, preguntándose porqué, es mi ser la angustia de tu provocación de lo imposible, con la realidad angustiada absorbiendo tu crueldad…

Si solo he de llorar por haber amado una vez más y sin pensar, avanzo en el análisis y mi deseo se apaga cada vez que recuerdo tus ojos, como el ocaso de los olvidos, mis ojos se humedecen cada ve más con gotas del silencio.

Si solo he de llorar por amar, sin pensar que volveré al abismo de los miedos, por no haber sido el hombre que pudo colmar tu corazón, los cristales caen en el abandono, y la llama del fuego quema el aire en el detalle del infinito para siempre…

Sangro por la herida, que dejaste y merodeo las sombras entre la tierra y las flores, de aquella ilusión que vivía entre nosotros dos.

Dentro tuyo morí sobre el abismo que dejé como un señuelo, como la debilidad del roce de nuestros cuerpos y besos, que el tiempo podrá percibir en fragilidad, que es el destino de tus caricias…

En tiempo morará, en cada momento oculto del día, te acordarás del océano de mi amor, como fiebre de una premonición, que te arrepientas del éxtasis del recuerdo que quemará tu piel…

Solo supe amarte y nunca te diste cuenta...